Kaizen Música y Bienestar

La voz, ese primer instrumento musical que nos acompaña desde nuestro nacimiento, es un medio para la expresión de necesidades, pensamientos y también una puerta hacia la salud y el bienestar. Desde las sociedades primitivas hasta nuestros días, el canto ha desempeñado un papel crucial en rituales de sanación y expresión cultural. Aquellos que amamos la música y el canto, sabemos que cantar es terapéutico. Diversas investigaciones confirman los efectos terapéuticos que tiene cantar en el plano fisiológico, psicológico, cognitivo, social y espiritual. Beneficios fisiológicos del canto Desde un punto de vista fisiológico, el acto de cantar es una experiencia integral que va más allá de la producción de sonidos armónicos. Al activar la respiración diafragmática, tonificamos los músculos abdominales e intercostales, mejorando la postura corporal y beneficiando la columna vertebral. La práctica de la respiración consciente no solo incrementa la oxigenación en nuestro organismo, sino que también regula el ritmo respiratorio. Además, las vibraciones generadas al cantar actúan como un masaje interno en las cavidades torácicas y pélvicas. Estos procesos no solo fortalecen nuestro cuerpo físico, sino que también desencadenan la producción de dopamina y endorfinas. Cantar favorece la producción de dopamina, éste es un neurotransmisor clave en el sistema nervioso central y está asociada con la regulación del estado de ánimo, la motivación, el placer y la recompensa. Cantar puede estimular la liberación de dopamina de varias maneras, contribuyendo así a una sensación de bienestar y felicidad. Paralelamente, las endorfinas, conocidas como la hormona del placer, se liberan, activando el sistema parasimpático y reduciendo el estrés. Se ha demostrado que cantar reduce la concentración de cortisol, la hormona asociada al estrés, proporcionando así un alivio a la tensión mental y física. Además, el canto induce una respuesta relajante que disminuye el ritmo cardíaco, señalando una transición hacia un estado más tranquilo y equilibrado. En consonancia con estos efectos, cantar también se asocia con una disminución de la presión arterial, indicando un beneficio adicional para la salud cardiovascular. Cantar como meditación: un viaje al presente Cantar nos sumerge en el momento presente, una práctica que se asemeja a la filosofía del mindfulness. Al focalizar la mente en las sensaciones corporales, el sonido y las emociones que la canción evoca, reducimos los pensamientos automáticos y alcanzamos un estado de atención plena. Este proceso no solo aporta beneficios mentales, sino que también se asemeja al efecto de la meditación, ofreciendo una conexión con la espiritualidad. La voz como expresión emocional: un canal hacia el bienestar psíquico La voz es un reflejo de nuestro bienestar y malestar emocional. A través del canto, movilizamos y expresamos nuestras emociones, logrando catarsis y sublimación de conflictos internos. Las canciones, al resonar con nuestras emociones, nos permiten poner nombre a lo que sentimos, trabajando tanto en aspectos verbales como no verbales vinculados a las emociones. Nuestra forma de cantar revela nuestra personalidad y patrones de relación con los demás. Al explorar nuestra propia voz, desbloqueamos barreras que impiden la expresión de nuestra auténtica identidad. Canto y estimulación cognitiva Cantar no solo es una actividad física y emocional, sino también un trabajo cognitivo. Mejora la concentración, activa la memoria emocional y, al aprender nuevas canciones, estimula la memoria de trabajo, aspectos semánticos y sintácticos del lenguaje, así como la creatividad. Trabajar con canciones no solo evoca recuerdos de nuestra identidad, sino que también fortalece la motivación intrínseca. Participar en corales: un puente a la integración social Diversas investigaciones respaldan los beneficios psicológicos de participar en corales. Aumenta la sensación de felicidad, mejora la autoestima y promueve el crecimiento personal. La participación coral también brinda una sensación de contribución e integración en la sociedad, demostrando que el canto no solo es un acto individual, sino también un medio para conectar con otros y construir comunidades. En conclusión, el canto es una herramienta multifacética que impacta positivamente en nuestro bienestar integral. Al explorar la práctica del canto, no solo descubrimos la belleza de nuestra propia voz y participamos de una experiencia estética, sino que también potenciamos diversos aspectos de nuestro bienestar que resuenan en todas las dimensiones de nuestra existencia. Por último, no solo cantamos por todas estas razones. Como afirmaba Mario Benedetti, "…cantamos porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza". Referencias bibliográficas: Austin, D. (2015). Vocal psychotherapy: Discovering yourself through the voice. Pérez Aldeguer, S. (2014). Los efectos del canto coral sobre el bienestar psicológico en adultos mayores (No. ART-2014-92410). Morante, M. D. C. E. (2001). La voz: recurso para la educación, rehabilitación y terapia en el ser humano. Revista interuniversitaria de formación del profesorado, (42), 67-75. Herrera Aros, K. (2017). Beneficios que proporciona la práctica del canto coral al bienestar de los adultos mayores pertenecientes a dos coros de Valparaíso.